Un virus estomacal ha puesto en jaque a los servicios médicos de Estados Unidos. Se trata de un virus estomacal conocido como norovirus. Si en los últimos años, el número de brotes registrados era de unos 65 durante la primera semana de diciembre, este 2024 se ha llegado a los 91 brotes reportados en la semana del 5 de diciembre, según datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Aunque a veces se habla de «gripe estomacal» o «virus estomacal» a la infección por norovirus, esta enfermedad no tiene nada que ver con la influenza, el virus causante de la gripe.
Los norovirus lo que provocan es una gastroenteritis aguda, es decir, una inflamación del estómago o de los intestinos. Esto se traduce en diarrea, vómitos, náuseas y dolor de estómago y, en ocasiones, fiebre, dolor de cabeza y del cuerpo.
Los síntomas suelen aparecer entre 12 y 48 horas después de haber estado expuesto al norovirus y la recuperación suele ser bastante rápida, entre uno o tres días, aunque puede prolongarse algo más. La mayoría de los afectados se recupera completamente sin tratamiento. Sin embargo, en el caso de algunas personas, especialmente niños, personas mayores o con ciertas patologías, los vómitos y la diarrea pueden provocar una deshidratación grave y precisar atención médica.
El norovirus pertenece al grupo de los calicivirus humanos y se contagia tras la exposición al agua o alimentos contaminados, a través del contacto cercano con una persona afectada o al tocar objetos o superficies contaminados y luego llevarse los dedos sin lavar a la boca. Curiosamente, los CDC apuntan que otro foco de infección pueden ser los mariscos que se consumen crudos, ya que los moluscos se alimentan por filtración y pueden contener virus y bacterias.
Actualmente no existe un tratamiento específico para esta enfermedad. Se recomienda permanecer hidratado y comenzar con una dieta astringente cuando los primeros síntomas estén controlados.
Además, se pueden tomar medidas para protegerse contra la infección como lavarse las manos con frecuencia, cocinar bien los mariscos y lavar las frutas y verduras, limpiar y desinfectar las superficies contaminadas, o lavar la ropa en agua caliente.