Este día, celebrado el 28 de diciembre, tiene su origen en la tragedia narrada en el Evangelio de Mateo, conocida como “La matanza de los inocentes”, situada en Belén. Cómo esta conmemoración cristiana derivó, con el paso de los siglos, en una tradición vinculada al humor
El Día de los Santos Inocentes es una fecha profundamente enraizada en la tradición cristiana, pero que con el tiempo se transformó en un día de bromas en muchos países de Occidente. Este día, celebrado el 28 de diciembre, tiene orígenes bíblicos, históricos y culturales que convergen en una mezcla única de solemnidad y diversión. A continuación, exploraremos el contexto bíblico e histórico de esta fecha, su evolución en la tradición occidental y cómo surgió la costumbre de las bromas.
El origen del Día de los Santos Inocentes se encuentra en un pasaje del Evangelio de Mateo (Mateo 2:16-18). Según este relato, el rey Herodes, al enterarse del nacimiento de Jesús, interpretó que este niño sería una amenaza para su trono. Ante la imposibilidad de localizar al recién nacido Mesías, ordenó la masacre de todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores. Este trágico evento, conocido como “La Matanza de los Inocentes”, es descrito como el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento (Jeremías 31:15), en la que se menciona el llanto de Raquel por sus hijos. Aunque no existen registros históricos que corroboren este acto fuera de la Biblia, el relato se mantuvo como un símbolo de la opresión y la injusticia cometida contra los más vulnerables. Los niños asesinados por orden de Herodes son venerados como mártires en la tradición cristiana, ya que se considera que murieron en el lugar de Cristo. Por ello, la Iglesia Católica los reconoció como los primeros “santos” y crearon un día especial para honrarlos.
Fuente: infobae